Brasil, 1981
Pedro Varela sueña con el paisaje como un mosaico orgánico, fluido, exuberante en flores y frutas exóticas. Centrado en un crisol de referencias heterogéneas, la memoria colectiva vincula la naturaleza salvaje, extraña y seductora, con personajes extraños, aventureros o extravagantes, a menudo de carácter moral relajado. En medio del torbellino sensorial que ofrecen los trópicos, el exceso es la norma. Un lanzamiento desbordante y abundante. El artista se alimenta de este vasto universo iconográfico vinculado a su realidad. A diferencia de sus lienzos, hay trabajos en papel realizados mediante dos procedimientos básicos opuestos: el recorte de los contornos del dibujo para desengancharlo de su soporte o la perforación a través de la superficie para crear la línea, por el espacio hueco. Así, al explorar el poder rítmico de los intervalos, Pedro Varela ofrece una calidad casi táctil a la vista.
Varela estudió Grabado en Universidade Federal do Rio de Janeiro, Brasil. Ha expuesto individualmente en lugares como Anima Gallery, Doha, Qatar; Centre Culturel Jean-Cocteau, Les Lilas, Francia; Xippas Galerie Montevideo, Uruguay; Product 81 Gallery, Miami, USA; y Galeria Enrique Guerrero en México. Y colectivamente ha expuesto en más de 90 ocasiones en Portugal, Brasil, España, Estado Unidos, Suecia, México, Londres, Francia, entre otros. Su obra es parte de importantes colecciones internacionales como del Museo de Arte do Rio, la Coleção Gilberto Chateubriand, Montblanc, México; SESC Brasil, entre otras.
Vive y trabaja en Petrópolis, Rio de Janeiro.